Ra, el dios sol, es el origen de la vida y único dador de energía. Ha enviado a una legión de sacerdotes para que la administren. Sólo sus ministros deciden cuándo, cuánto, dónde y cómo. Son los intermediarios entre la comunidad y la divinidad, la puerta al más allá. Ellos son los únicos a quienes Ra escucha. La comunidad sólo puede invocar sus plegarias a través de un ministro.
Esta comunicación planteaba problemas en el Egipto de los faraones: lenguas, canales, idioma, censuras, … Y, como siempre, se resolvió por imposición del más apto.
En nuestro mundo solar, también se plantean problemas. El sacerdote solar debe hablar con paneles y abrir canales para despachar la energía generada en el mundo de los vivos durante el día. Y entregarla a los consumidores del hogar en su cantidad justa. O a las baterías, los guardianes del mundo de las tinieblas. O a la red, si el precio es bueno. Demasiados agentes, demasiadas lenguas. Se impondrá el inversor más apto. Pero, por el momento, hay muchos sacerdotes en el mercado.
Altabatt fabrica baterías solares dando una segunda vida a baterías retiradas de vehículos eléctricos. Una de nuestras virtudes es el Ecumenismo: hablamos con todos los sacerdotes. O con casi todos. Y si aún no lo hacemos, lo habremos conseguido antes de que se ponga el sol. Es una promesa.
